Washington, 11 ene (EFE).- Más de una treintena de organizaciones pro derechos humanos reclamaron hoy al presidente de EE.UU., Barack Obama, que «aproveche» que ha sido reelegido y que, por tanto, dispondrá de cuatro años más, para cerrar la cárcel de Guantánamo.
Hoy se cumplen once años del envío de los primeros presos a la prisión ubicada en Cuba, el 11 de enero de 2002, cuando la llegada a la base naval estadounidense de un avión militar en el que viajaban veinte prisioneros transformó una unidad de segunda categoría, con una dotación militar escasa, en el penal más polémico del mundo.
Con motivo del aniversario, la treintena de organizaciones lideradas por Amnistía Internacional (AI) convocaron a alrededor de un centenar de manifestantes ante el Tribunal Supremo de EE.UU., en Washington, desde donde marcharon hasta la Casa Blanca.
«Obama incumplió su promesa y, once años después, 55 presos siguen encarcelados de manera ilegal en esas instalaciones. Hay que detener este abuso a los derechos humanos», explicó a Efe Rocío Díaz, portavoz de Amnistía Internacional.
«Ya no es cuestión de si tenemos o no la esperanza de que se vaya a cerrar Guantánamo, sino que se trata de una obligación moral para este segundo mandato de Obama», prosiguió la activista, para quien se está lanzando «un mensaje inaceptable» al resto del mundo.
Los manifestantes portaban pancartas en las que podía leerse: «Investiguen y juzguen la tortura de EE.UU.» o «Los crímenes son crímenes. No importa quien los cometa», bajo dos fotografías, una que mostraba el rostro del expresidente George W. Bush y otra, la del actual presidente, Barack Obama.
Ante el Tribunal Supremo, máxima instancia de la justicia estadounidense, el centenar de activistas -muchos de ellos ataviados con el característico uniforme naranja de los presos- repitió una y otra vez el grito «¡Cierren Guantánamo!» y unos quince manifestantes posaron de rodillas y con la cabeza cubierta por una bolsa negra.
«La tortura es inmoral, ineficaz y va en contra del derecho internacional», denunció en su discurso Michelle Ringuette, directora de campañas de Amnistía Internacional, quien criticó que EE.UU. cree que puede «hacer lo que quiera, donde quiera y a quien quiera y, además, sin ni tan siquiera disculparse por ello».
Con ella coincidió el manifestante John Embercross, de Chicago, que se desplazó hasta Washington para denunciar la, a su juicio, «hipocresía» de un Gobierno que «condena a otros países, como por ejemplo China, por sus abusos y, mientras tanto, ignora los propios», indicó a Efe.
«Si en este segundo mandato Obama no cierra Guantánamo, una oscura mancha ensuciará su legado para siempre», concluyó el activista.
Amnistía Internacional convocó hoy protestas en 150 países. EFE